En líneas generales, un hosting es un espacio que como el término en inglés lo indica sirve para alojar u hospedar, y aplicado a Internet se refiere al servicio que podemos adquirir a través de una empresa para alquilar un espacio dentro de un servidor,en el cual podemos almacenar datos, los cuales son utilizados para visualizar una página web, es decir que sirve para que podamos alojar nuestro sitio web y que este pueda ser visto en Internet.
Básicamente, todas las páginas webs que podemos encontrar online se encuentran alojadas en un hosting, el cual es provisto por empresas dedicadas al alquiler de estos espacios. Con el objeto de poder cubrir las más diversas necesidades de los usuarios, las empresas suelen disponer de diferentes tipos de alojamiento,entre los cuales podemos hallar alojamiento gratuito, como es el caso de Blogger de Google, o bien poder contratar sistemas dedicados complejos, todo de acuerdo a nuestros requerimientos, es decir según el uso que le daremos a dicho espacio, ya que no es lo mismo un blog personal de alguien común, que el hosting que requerirá una empresa para publicar catálogos y tiendas virtuales.
Hosting y servidores
Los llamados servidores son básicamente potentes computadoras que cuentan con enormes unidades de discos rígidos, y precisamente un usuario que desea tener su sitio web, alquila un espacio en uno de esos discos.
Imaginemos que un servidor es como un edificio, y que cada departamento es un determinado sitio web. Como en los edificios, cada uno de los departamentos tendrá su dirección única, es decir el piso y la unidad funcional, la cual además estará acompañada de la dirección en la que se encuentra emplazado el edificio.
Tipos de Hosting
Como mencionamos más arriba, existen una gran cantidad de tipos de hosting diferentes, ya que no todos los usuarios requieren de las mismas características de alojamiento para sus sitios webs.
En general, la mayoría de los servicios de hosting estándar incluyen ciertas funcionalidades para los usuarios, incluso los más básicos, tales como la posibilidad de utilizar también direcciones de correo electrónico, foros y otras funciones interactivas.
Dentro de los costos, los mencionados son los más económicos, y van encareciéndose de acuerdo a las características en cuanto a funcionalidades y espacio de almacenamiento.
En el otro extremo encontramos los llamados sistemas dedicados, que son por lo general más caros, ya que ofrecen a los usuarios la posibilidad de disponer de una unidad o servidor completo dedicado exclusivamente a su sitio, lo que en definitiva proporciona una mayor velocidad y opciones más interesantes.
En cuanto a lo más económico, existen incluso opciones gratuitas, sobre todo para lo que son los sitios web personales que no requieren herramientas especiales y que trabajan con poco tráfico, como es el caso de Blogger de Google. Claro que este tipo de servicios de hosting poseen ciertos inconvenientes, tales como la presencia de anuncios, como así también nombres de URLs que se crean como extensión de la dirección del servidor.
Por último, también debemos tener en cuenta que algunos servicios de hosting poseen políticas que restringen ciertos contenidos y ciertas funciones, por lo que antes de contratar un servicio de hosting es recomendable leer cuidadosamente las políticas de privacidad en el uso.
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